domingo, 23 de marzo de 2014

Presidenciables en los talk-shows domingueros

Ex Gobernador Mitt Romney (R-Massachusetts) en Face The Nation (CBS)



Romney ha insistido en que no volverá a ser candidato. "Estoy pensando en las personas a las que quiero ver presentarse a Presidente... Tenemos una terna muy fuerte de líderes que podrían convertirse en nuestro nominado y podrían defender el tipo de liderazgo que creo que América necesita... Ya he adelantado que apoyaré enérgicamente a uno de ellos," ha dicho.

Pero su presencia en los programas dominicales es cada vez más frecuente - es su tercera aparición en lo que llevamos de 2014. ¿No es demasiado para alguien que dice haber finiquitado su carrera política y que además no necesita buscar nuevas fuentes de ingresos? Su reaparición coincide con la opinión, cada vez más extendida en círculos republicanos, de que la realidad actual está confirmando todo lo que el ex candidato vaticinó en su campaña de 2012, sobre Rusia, el Obamacare, y otros asuntos. The Fix ha repasado algunas de sus afirmaciones de hace dos años, para comprobar si Romney es o no el Nostradamus de nuestro tiempo.

Gobernador John Kasich (R-Ohio) en Fox News Sunday



Hace unos días, el Gobernador Kasich negó cualquier interés en postularse a la Presidencia. Hoy ha reiterado que ese no es su interés más inmediato, pero no ha cerrado la puerta. "Lo único que centra mi atención ahora es ser reelegido y seguir levantando Ohio, punto. No voy a caer en los trucos de esto y aquello - todo eso es politiqueo absurdo. Mi dirección y todo en lo que estoy comprometido es nuestro gran 'Estado del Castaño' [así se llama a Ohio]."

Su rival demócrata de noviembre, Ed Fitzgerald, ha firmado recientemente un documento en el que promete que, si es elegido gobernador, servirá el mandato completo de cuatro años, y ha animado a Kasich a seguir su ejemplo. La negativa - al menos hasta el momento - de Kasich a dar su palabra de que estará en Ohio hasta 2019, es la demostración de que no descarta nada en 2016.

Off Topic

Ha muerto Adolfo Suárez. Siempre se sintió más cercano a los demócratas que a los republicanos. Alcanzó una buena sintonía con el Presidente Jimmy Carter y, sobre todo, con su Vicepresidente, Walter Mondale.

Tuvo una influencia decisiva en su caída el cambio de prioridades en la política exterior estadounidense tras la revolución islámica en Irán y la invasión soviética de Afganistán. Ante ese retroceso estratégico en su extremo oriental, EEUU necesitaba apuntalar con urgencia el flanco occidental del Mediterráneo para asegurar el apoyo operativo a Israel y proteger las reservas del Golfo Pérsico en la nueva realidad geopolítica, y el enfoque tercermundista y neutral de Suárez - creía que a España le correspondía el papel de moderador en Oriente Medio, y no el de aliado incondicional - pasaba a ser un problema, por lo que hubo que comunicar al agente Juan Carlos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, más conocido como Juan Carlos I, que su Primer Ministro ya no contaba con el respaldo de EEUU y las potencias aliadas.

Las ganas que le tenían los poderes fácticos españoles - de los que el Ejército era el menos peligroso -, y la impaciencia de un Felipe González al que se le había prometido en el momento de su captación por las fundaciones de la CIA - Fundación Ebert - para llevar a cabo la liquidación de los socialistas y el cambio de orientación del PSOE, que accedería al poder en menos de una década, hicieron el resto.

Ya como presidente de CDS, Suárez fue uno de los VIP internacionales invitados a la convención demócrata de 1988.

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