sábado, 21 de febrero de 2015

Scott Walker, bajo el foco

Un presidenciable que se presenta y otro que probablemente no

El Gobernador Scott Walker, de Wisconsin, sentado junto al Gobernador Gary Herbert, de Utah, en la conferencia de gobernadores. (Foto: @martycarpenter)

En la conferencia de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA), dos líderes estatales republicanos han sido interrogados sobre sus ambiciones presidenciales. Y, como os digo siempre, en la manera de abordar la cuestión se ve enseguida quién va en serio y quién no.

El Gobernador de Indiana Mike Pence (R) ha dicho que cuando concluya el curso legislativo de Indiana, a finales de abril, decidirá qué hace en 2016: presentarse a la reelección como gobernador o competir en las primarias presidenciales.

"Mi cabeza está en Indiana," ha declarado a The Washington Post. "Inspeccionaremos nuestros corazones y veremos dónde sentimos la llamada para servir."

"No he decidido hacerlo, ni he decidido no hacerlo," ha dicho Pence sobre las presidenciales.

Ha añadido: "Tengo un gran interés en ser parte del debate sobre el futuro de este país y pretendo aprovechar esa oportunidad, pero mi atención está en Indiana. La oportunidad de liderar Indiana en un periodo de la vida de nuestro estado que está lleno de promesas es un privilegio tan extraordinario para mí que estoy más concentrado en el momento de Indiana que en mi momento." 

Ahora comparad esas declaraciones con las que ha dado el Gobernador de Wisconsin Scott Walker (R).

"Si decidimos hacerlo, probablemente pasaríamos de donde estamos a una campaña presidencial declarada, si creemos que las circunstancias son las adecuadas, pero eso todavía queda lejos," ha dicho Walker a Bloomberg Politics.

"No sé un calendario específico, solo creo que cualquier candidato razonable tiene que estar dentro para mediados de año," ha señalado. "Tienes que estar dentro para algún momento del verano. No sé si existe un día especial. En mi caso, ese es un buen momento."

Walker ha recordado que ha hecho 14 campañas en los últimos 25 años - a la Legislatura de Wisconsin, a jefe ejecutivo del condado de Milwaukee y a gobernador - y ha ganado 13.

"Sin duda, estoy acostumbrado a presentarme" a elecciones, ha bromeado. "Es bueno que hiciera atletismo en el instituto."

Ahora decidme. ¿Cuál de los dos se presenta a Presidente?

Para bien y para mal, la prensa ha puesto el ojo en Walker

Scott Walker hoy tampoco ha querido rectificar las palabras de Rudy Giuliani, y ha dicho que no sabe si Obama quiere o no a América porque nunca ha hablado de ello con el Presidente.

Espoleados por la osadía del gobernador de Wisconsin, los periodistas han redoblado la presión y le han preguntado - sin venir a cuento, por cierto - si cree que Obama es cristiano, a lo que Walker ha respondido: "En realidad nunca he hablado sobre ello ni he leído sobre ello. Nunca se lo he preguntado."

Como os podéis imaginar, ahora los titulares dicen cosas como, 'Walker pone en cuestión que Obama sea cristiano.'

"Me pedís que haga declaraciones sobre personas con las que no he tenido una conversación sobre eso. ¿Cómo podría decir si sé que cualquiera de vosotros es cristiano?" ha declarado Walker a The Washington Post.

"Para mí, este es un ejemplo clásico de por qué la gente odia a Washington y aborrece cada vez más a la prensa," ha añadido. "Las cosas de las que se preocupan ni siquiera se acercan remotamente a lo que vosotros me estáis preguntando."

Y ha continuado: "Os retaría a que vengáis a Wisconsin. Podríais preguntar a 100 personas, y ninguna de ellas diría que este es un asunto importante."

Como la mayoría de las personas que desafían a la gran prensa, Walker tiene razón en sus quejas. No tiene ningún sentido preguntarle al gobernador de Wisconsin si el Presidente es o no cristiano. Pero si va a ser candidato presidencial tiene que asumir que con los periodistas no se puede argumentar. Simplemente hay que decirles lo que toca decirles. Y la mayoría de las veces hay que mentirles; y muy en especial a los de la la capital.

Puede que Walker crea que para ganar el caucus de Iowa y las primarias republicanas - y para distinguirse de Jeb Bush - necesita hacer su campaña haciendo frente a la prensa de Washington, DC-Nueva York, y puede que no sea el único - Bobby Jindal ha llamado a Rudy Giuliani para felicitarle, como suena -, pero los antecedentes dicen que es peligroso. Gary Hart o Sarah Palin, entre otros, también desafiaron a la prensa y perdieron.

Walker debe hacerse a sí mismo la pregunta que se hace Matt Lewis (The Daily Caller) en Twitter: "¿Su objetivo es probar un argumento o ganar? ¿Prefiere ganar un argumento o ganar las elecciones?"

En la política y el periodismo de hoy, razonar o argumentar y ganar parecen dos cosas incompatibles. Primero hay que ganar y después argumentar.

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