lunes, 30 de marzo de 2015

Políticamente incorrecto (III)


La semblanza de Ben Carson (R) que publica el número del mes de abril de la revista GQ nos trae un episodio que tuvo lugar la noche del discurso sobre el estado de la Unión del Presidente y que es otro ejemplo de la polémica franqueza del mejor neurocirujano pediátrico del mundo.

Carson había llegado a la casa del barrio de Capitol Hill de Armstrong Williams, un empresario mediático conservador que oficialmente sirve como generente de negocios de Carson y que últimamente ha servido como asesor electoral y creador de la imagen de Carson. Mientras los dos hombres se volvían hacia la tele, empezaron a diseccionar la actuación de Obama. 
"Se ve bien," dijo Williams. "Se ve limpio. La camisa blanca. La corbata. Se ve elegante." 
"Como la mayoría de los psicópatas," refunfuñó Carson. "Por eso suelen tener éxito. Es así como lucen. Todos lucen geniales."

Me consta que Carson no es el único que mantiene esa teoría para explicar la terrible frialdad de Obama. Otra cosa es expresarla en público cuando eres candidato a Presidente.

GQ señala que los asesores del neurocirujano reconocen que el futuro candidato - se espera que anuncie su decisión en mayo - necesita pulirse un poco. Pero es improbable que en ese proceso de depuración acepte renunciar a decir lo que piensa porque ha repetido muchas veces que una de las razones que le impulsan a entrar en política es que piensa que la corrección política es peligrosa porque está impidiendo que se aborden los asuntos que resultan incómodos.

La revista también hace una semblanza de Armstrong Williams, el hombre con la misión de convertir a Carson en Presidente.

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