sábado, 4 de abril de 2015

Conozcan a la mujer con la misión de crear una Hillary Clinton más cercana


Amy Chozick (The New York Times) nos presenta a Kristina Schake, la ex ejecutiva de L'Oreal que se encargó de mostrarnos a Michelle Obama como una mujer corriente - no cuela, es un hombre - animándola a ir a hacer la compra al supermercado o a bailar en televisión, y que ahora está al frente del esfuerzo para suavizar la imagen pública de Hillary Clinton.

Un fragmento:
La señora Clinton, que espera anunciar su candidatura este mes, se ha llevado a la señorita Schake, de 45 años, a su equipo de comunicaciones para intentar afrontar un asunto que hizo fracasar a la campaña de 2008 de Clinton. 
Entonces, los asesores de Clinton argumentaron que debía enfatizar su solidez y experiencia, más que su lado más suave, una decisión estratégica que Ann Lewis, una asesora de alto rango en aquella campaña, ha descrito como "la mayor oportunidad perdida" en la fallida lucha de primarias de 2008 contra Barack Obama. 
Ahora, después de dos décadas en el ojo público, Clinton debe intentar mostrar a los votantes un lado modesto, cálido y divertido que sus amigos dicen que refleja cómo es realmente. Resumiendo, debe contrarrestar la impresión de que es solo "lo suficientemente simpática," como bromeó Obama en 2008. 
Como la probable subdirectora de comunicaciones de la campaña, Schake estará detrás de la operación para hacer llegar la marca Hillary más allá de los anuncios de televisión pagados, las tertulias políticas y la requerida entrevista con un presentador del informativo de la noche. 
Hija de una ama de casa y de un piloto de aerolíneas comerciales de Sonoma, California, Schake es conocida por encontrar formas de comunicarse con los americanos alejados de las élites costeras - una perspectiva que Clinton, que vive en Chappaqua, Nueva York, y que frecuentemente recibe unos honorarios de más de 200,000 dólares por dar conferencias, necesitará. 
Eso no significa necesariamente que imitará el baile "Driving the Station Wagon" de la señora Obama en la televisión nocturna, pero Clinton podría, por ejemplo, hablar en el 'Food Network' sobre las cenas con sus amigas o charlar sobre sus hábitos de yoga en un blog de salud y bienestar. 
La proliferación de nuevas formas de llegar a los votantes a través de múltiples medios significa que "ni siquiera es la misma fórmula que era hace cuatro o hace ocho años," dice Stephanie Cutter, una estratega demócrata que fue subdirectora de la campaña de reelección de Obama. "Se trata de entender a las personas que simplemente están viviendo sus vidas y descrubir las formas de hacer encajar en eso a un candidato, más que al contrario."
En realidad, la fórmula es más vieja que el pan.

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