domingo, 12 de abril de 2015

Lecturas para hoy sobre Hillary Clinton y Marco Rubio

Las vistas de Nueva York desde el cuartel general de Hillary. Foto publicada por su directora de comunicaciones, @jpalmieri.

John Wagner y Philip Rucker nos cuentan en The Washington Post que los demócratas de Iowa están expectantes por ver a Hillary Clinton (D) en su estado. Quieren que establezca con ellos una relación más íntima que la otra vez.

Un votante demócrata de Iowa declara: "Esperaré a ver con qué nivel de agresividad andan detrás de mí." Si ve que persiguen su voto como si fuera el último, entonces votará a Clinton.

Los iowanos esperan que la candidata les ofrezca alguna sorpresa. "Lo sabemos todo sobre ella, salvo, tal vez, el color de su ropa interior," dice un iowano. Quieren algo de emoción.

El equipo de la ex secretaria de Estado promete que hará campaña "como si estuviera 20 puntos por detrás." Dicen que la operación pasará de cero a sesenta en cuatro segundos. La pasada semana organizaron seminarios para enseñar al personal cómo recolectar nombres y datos de potenciales voluntarios durante la visita de la candidata.

El equipo de Hillary también está prometiendo que ayudará a reconstruir el Partido Demócrata de Iowa, que salió muy mal parado de las elecciones de medio mandato de 2014 - los republicanos controlan la mansión del gobernador, los dos senadores federales y la secretaría de Estado.

Y quieren rebajar las expectativas para el caucus demócrata de Iowa. A pesar de que ahora Hillary parece no tener rival, sus asesores recuerdan que en el caucus del estado del ojo de halcón solo los Presidentes o Vicepresidentes titulares y Tom Harkin - hijo favorito de los demócratas del estado - han superado el 50 por ciento.

A Bill Curry, ex asesor de Bill Clinton, no le convence lo que está viendo en los preparativos para el lanzamiento de la candidatura de Hillary. "Lo hará en un vídeo que se publicará al mediodía mientras ella vuela bien alto por la nación en un avión alquilado. Ella y sus principales asesores, todos gente inteligente, deben pensar que es una buena idea. No lo parece," escribe Curry en Salon.

Curry critica la política de filtraciones a la prensa.

Además, parece que la futura candidata se ha puesto cien por cien en manos de sus asesores, como si pensara que Obama ganó gracias a sus asesores, de lo que se extrae que sufre de cierta inseguridad y falta de confianza en sí misma.

Es como si se estuviera poniendo en manos de uno de esos programas de televisión que te prometen un cambio radical. Y como dije, los asesores pueden potenciar lo mejor de ti o pueden reprimir tus mejores cualidades (que se lo pregunten a Romney). Ayer mismo en el Sánchez Pizjuán tuvimos un ejemplo de cómo un asesor - el director de la campaña para convertir al Barça en campeón de Liga; menos cerebral que Mook, Podesta y Benenson, todo sea dicho - alejó al candidato de su propósito al intervenir innecesariamente cercenando una de las mejores habilidades del candidato.

Amy Chozick, Maggie Haberman y Jonathan Martin abordan en The New York Times otro frente de la campaña: el tipo de relación que Team Hillary espera establecer con la Casa Blanca de Obama durante la campaña.

"Más que huir de Obama, pretende recurrir a él como uno de los más importantes aliados y defensores de su campaña," escriben. "En las elecciones generales, se espera que Obama ayude a Clinton a recaudar fondos, y le pediría que haga campaña por ella en, entre otros lugares, los condados con una fuerte presencia de afroamericanos en los estados indecisos que ganó en 2008 y 2012."

Añaden: "Probablemente, Obama hará escasa campaña en lugares como Ohio y Pennsylvania, donde Clinton le derrotó en las primarias de 2008 apelando a las mujeres y a los votantes blancos de clase trabajadora. Pero incluso en esos estados, Clinton no planea distanciarse del historial de Obama."

Pero Hillary debe tener cuidado con algo: Obama puede ser tóxico con los votantes blancos. En 2012, el Presidente ganó solo el 39 por ciento del voto blanco, el nivel más bajo desde Mondale en 1984; y ganó claramente entre las mujeres en general (55%-44%) pero perdió más claramente entre las mujeres blancas (42%-56%) frente a un mormón.

Promo del anuncio de Marco Rubio.

Alex Leary en el Tampa Bay Times y Patricia Mazzei en el Miami Herald hacen sendas semblanzas de Marco Rubio (R) con motivo de su inminente entrada en la campaña presidencial.

El meteórico ascenso político de Marco Antonio Rubio, que a sus 43 años aspirará a convertirse en el Presidente más joven desde JFK, no sorprende si se presta atención a su campaña de 2010 al Senado contra el entonces Gobernador Charlie Crist y a "una carrera política marcada por un ascenso después de otro - trofeos de un talento natural, una ambición incansable y un agudo sentido de la oportunidad," escribe Leary.

Como en 2010, Rubio entrará en la campaña desafiando la famosa norma que dice que los mayores primero - entonces Crist y ahora Bush. Un consejo que en los últimos tres meses ha tenido que escuchar de boca de sus aliados de toda la vida en la política republicana de Florida.

"Algunos amigos de Rubio, que son mejores amigos de Bush, argumentan que el joven Rubio debería esperar su turno," escribe Mazzei en el Herald. Uno de los que le dicen que espere es Al Cárdenas, el ex presidente del Partido Republicano de Florida que fichó a Rubio cuando tenía 24 años para que trabajase en la campaña presidencial de Bob Dole en Florida en 1996. Pero Rubio "nunca ha sido de los que pierden una oportunidad política."

"Para él es muy evidente que el momento es el correcto," declara al Times su amigo Steve Bovo, comisionado del condado de Miami-Dade. "Ha forjado suficiente influencia, confianza y entusiasmo entre una amplia sección de las bases republicanas. En política, cuanto más tiempo llevas dentro, más difícil es mantener eso. Él lo entiende. Hay muy pocas ocasiones en que se recupera una ventana de oportunidad."

"Siempre supe, a pesar de mis esperanzas en lo contrario, que él lo haría realmente bien en este negocio," confiesa Dan Gelber, un veterano legislador demócrata de Florida. "Marco tiene un talento de telepredicador para comunicar, y es extremadamente disciplinado. Podría prender y ya ha demostrado que es capaz de hacerlo. Al principio pensaba que entraba en la carrera presidencial solo para ser visible. Ahora estoy empezando a pensar que está en ello para ganar. Creo que le gusta hablar a un público que no es necesariamente su público, que no está de acuerdo con él. Le gusta ese desafío."

Alex Leary también recoge en el Times la reacción de Team Rubio al adelanto del anuncio de candidatura de Hillary Clinton.

"Nos gusta trazar el contraste entre el anuncio virtual de Hillary Clinton y el anuncio real de Marco Rubio," ha declarado Alex Conant, portavoz del senador por Florida. "Marco ofrecerá una visión optimista para un nuevo siglo americano. Ofrecerá nuevas ideas para los nuevos retos que nuestra nación enfrenta en el siglo XXI. El contraste entre las ideas de nueva generación de Marco y las políticas desactualizadas de Hillary Clinton será claro. Si la gente quiere ver algo nuevo, debería sintonizar el lunes por la tarde."

La baza generacional también es válida para enfrentarse a Jeb Bush en las primarias.

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