miércoles, 29 de abril de 2015

Marco Rubio recauda fondos en California. Jeb Bush mima a Puerto Rico



Marco Rubio (R) intervino ayer en Town Hall Los Angeles, un foro no partidista de la ciudad californiana.

El senador por Florida fue presentado como el candidato presidencial más joven, a lo que respondió bromeando: "En realidad tendré 44 en tres semanas. Pero me siento como de 45."

Philip Rucker (The Washington Post) señala que Rubio está "recibiendo con los brazos abiertos" las referencias a su juventud y utilizándolas para orquestar su discurso de relevo generacional frente a Jeb Bush y Hillary Clinton. Ayer volvió a decir que el país no puede avanzar si sus líderes están "atrapados en el ayer."

"Nuestra nación está en un momento bisagra en el que debemos decidir una vez más. ¿Queremos abrazar el futuro o ser olvidados por la historia?," dijo Rubio. "Pasar página es lo que necesitamos hacer como nación y como sociedad."

Respondió a las preguntas de los presentes, muchas sobre política exterior.

Pero el motivo principal de la visita de Rubio a California es que el estado de oro es una fuente inagotable de fondos electorales, y los actos más importantes son los que celebró en privado.

El candidato repitió su discurso base, el stump speech, un puñado de veces en eventos privados con distintos grupos de donantes.

En esta grabación, por ejemplo, le vemos en la terraza de un hotel de Melo Park, en el condado de San Mateo, en la bahía de San Francisco, hablando ante un pequeño grupo de donantes californianos. En estos eventos con donantes en los que los candidatos suelen sentirse protegidos y suelen bajar las defensas, lo importante es evitar decir algo inconveniente que pueda filtrarse, como el famoso comentario del "47 por ciento" que hizo Romney en 2012. Rubio es a priori el presidenciable de 2016 mejor entrenado para no decir cosas inconvenientes ni ser pillado en un renuncio.




Jeb en Puerto Rico


Jeb Bush (R) estuvo ayer en Puerto Rico. El estado libre asociado a EEUU no es electoralmente importante en las primarias y mucho menos en las generales, en las que no puede votar. Pero sí tiene peso indirectamente sobre Florida, ya que la comunidad puertorriqueña es la segunda comunidad hispana más numerosa del estado soleado después de la cubana; y Florida ya sabemos lo importante que es tanto en las primarias como en las generales.



Jeb, que ganó el voto puertorriqueño en las elecciones a gobernador de Florida en 1998 y 2002, tiene un largo vínculo con Puerto Rico y sus políticos que se remonta a cuando fue enviado allí por su padre en las primarias republicanas de 1980.

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