sábado, 25 de abril de 2015

Sanders, Chafee y O'Malley en la convención del Partido Demócrata de Carolina del Sur

(Cuando tenga los vídeos de los discursos los publicaré en otro post.)

A Hillary Clinton solo se le ha podido ver a través de un vídeo grabado. No sabemos cómo se habrán tomado los demócratas de Carolina del Sur que la ex secretaria de Estado no haya incluido al estado en su primera gira electoral. (Foto: @SiCarswell)

Bernie Sanders


El senador por Vermont ha pronunciado un fogoso discurso sobre las desigualdades sociales y los abusos de la "clase milmillonaria."

El enfado y la frustración de la clase media están justificados, ha dicho. "Deberían estar enfadados."

"Ellos tienen el dinero pero nosotros tenemos a las personas. Nuestra tarea es educar, organizar y decir que ya es suficiente. América no pertenece a la casta de los milmillonarios, nos pertenece a todos nosotros," ha dicho Sanders.

Phillip Rucker, reportero de The Washington Post presente en la convención, ha escrito en Twitter: "Puede que voten a Clinton, pero los corazones de los demócratas de Carolina del Sur están con Bernie. Sanders ha recibido una ovación de pie después de su exaltado discurso."

Puede que estemos subestimando al viejo senador por Vermont. Se le tiende a ver como el Ron Paul de la izquierda demócrata. Pero Ron Paul era un candidato para un público selecto y muy concreto, con un discurso muy exigente y nada generoso con los votantes. El discurso de Sanders, sin embargo, es poco exigente y muy benévolo con los votantes - les dice que ellos no son culpables de nada y que no tienen que hacer ningún sacrificio - y hace una caricatura fácil de asimilar del culpable de todos los males.

Pat Buchanan hizo eso hace dos décadas en el lado republicano y llegó a recibir el 40 por ciento de los votos en la primaria de New Hampshire frente a un Presidente titular (George Bush) en 1992, y a ganar la primaria en 1996. Y probablemente ninguno de sus votantes veía en él a un futuro Presidente, pero fue lo único que tenían en ese momento para poder expresar su descontento y lo utilizaron para eso.

Lincoln Chafee


El pintoresco ex gobernador de Rhode Island ha utilizado la convención del Partido Demócrata de Carolina del Sur para dar su primer mitin electoral desde que anunció sus intenciones de ser candidato presidencial. Ha martilleado con la educación, la inmigración y la guerra de Iraq.

Lo que hace especial a Chafee es que no se corta a la hora de criticar a Hillary Clinton.

"Queremos ver a alguien que no haya tenido un escándalo detrás de otro escándalo detrás de otro escándalo," ha dicho. "Yo nunca he tenido una mancha ética," ha añadido sobre sus años como alcalde, senador y gobernador.

Dan Merica destacaba ayer en CNN que Chafee "está causando revuelo haciando algo que otros demócratas no han estado dispuestos a hacer: atacar por su nombre a Hillary Clinton, la favorita inaccesible del partido."

"Si Lincoln Chafee va a participar en el 'swiftboating' de Hillary Clinton, debería volver al Partido Republicano. Desgracia," escribía hoy el periodista demócrata Tom Watson.

Y es que ningún candidato que verdaderamente aspire a ganar la nominación presidencial demócrata se arriesgaría ahora mismo a atacar a Hillary utilizando los escándalos que se han convertido en puntos centrales del ataque republicano contra ella.

A los pocos días de la entrada de Chafee en la precampaña, os apunté la posibilidad de que haya sido colocado ahí por alguien de fuera, tal vez personas cercanas a Bush - al fin y al cabo, ellos acuñaron lo del swiftboating -, como una pequeña parte del plan general para socavar poco a poco a Hillary.

Son solo conjeturas, pero recordemos que en el plan anti-Dukakis del 88, la primera vez que salió el asunto de los permisos carcelarios de Massachusetts fue en un debate de las primarias demócratas; y en el plan anti-Kerry de 2004, la campaña de reelección de Bush 43 utilizó a Zeke Miller, un senador y gobernador demócrata, para destrozar al nominado demócrata en un discurso épico en la convención republicana.

Probablemente sean cosas mías, pero poner a un hombre de paja en las primarias demócratas que dirija la conversación hacia donde te interesa sería un lógico siguiente paso. Lee Atwater ya hizo algo parecido en unas elecciones al Congreso en 1978: el rival de su candidato era judío pero estaba mal visto utilizar eso como un agrumento de campaña, así que reclutó a un tercer candidato que se dedicaría única y exclusivamente a decir que el rival del cliente de Atwater "no era un hombre de Jesucristo." Así fue como los republicanos ganaron por primera vez desde el siglo XIX unas elecciones al Congreso por Carolina del Sur.

Veremos.

Martin O'Malley


El ex gobernador de Maryland ha sido el único de los tres presidenciables que ha utilizado el teleprompter para leer su discurso.

Ha hablado de lo que ya le hemos oído en otras intervenciones tanto en Carolina del Sur como en Iowa y New Hampshire: de "una economía americana de inclusión."

Quiere hacer que Wall Street sea responsable y "romper los grandes bancos antes de que ellos nos rompan a nosotros." No es mucho pedir, ha dicho O'Malley.

Ha hecho muchas referencias a una clase media más fuerte y al sueño americano.

"El sueño americano no morirá bajo nuestra supervisión porque nosotros elegimos pelear y tenemos pensado ganar," ha dicho O'Malley.

"¿Estáis diciéndome que podemos concentrar la riqueza en las manos de unos pocos como nunca antes pero que no podemos erradicar el hambre infantil?," ha preguntado.

"Podemos expandir la Seguridad Social," ha dicho. "No tenemos que darnos por vencidos en la promesa de nuestro país" a los jubilados.

Aunque todavía no es muy conocido, el ex gobernador de Maryland tiene sus seguidores en Carolina del Sur gracias a sus frecuentes visitas al estado en la campaña de las elecciones de medio mandato del año pasado.

Al menos una surcarolinesa lleva una foto con O'Malley como imagen de fondo de pantalla de su móvil.

(Foto: @rubycramer)

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