lunes, 10 de agosto de 2015

Encuesta de PPP sobre el caucus republicano de Iowa: Donald Trump se mantiene primero; Carly Fiorina sube como la espuma: Rand Paul es impopular


Cuestión secundaria como dice Scott Walker o no, el hecho es que Donald Trump se mantiene en cabeza con el 19% en la última encuesta sobre la carrera republicana en Iowa realizada por Public Policy Polling en los dos días posteriores al debate, pero antes de la polémica sobre la sangre de Megyn Kelly. Sube Ben Carson hasta el 12% y sube Carly Fiorina hasta el 10%. El neurocirujano y la ex presidenta de Hewlett-Packard parecen ser las nuevas sensaciones para el electorado republicano, y en caso de una caída de Trump, podrían ser los inmediatos beneficiados. La subida de Carson y Fiorina provoca una bajada de Scott Walker hasta el 12%, Jeb Bush está en el 11%, Ted Cruz en el 9% y Marco Rubio y Mike Huckabee en el 6%. Rand Paul ha caído al 3%, empatado con John Kasich, quien se está concentrando más en New Hampshire. Chris Christie, también concentrado en New Hampshire, está en el 1%. Bobby Jindal, Rick Santorum y Rick Perry, para los que todo depende de Iowa, están en el 2%.

Paradójicamente, Trump es uno de los candidatos menos populares entre los propios votantes republicanos, con un 46% que tiene una buena opinión de él y un 40% que tiene una mala opinión de él. Pero el que debe estar verdaderamente preocupado es Rand Paul, que se ha convertido en una figura impopular entre los republicanos del estado del ojo de halcón, generando un 31% de opiniones favorables y un 45% de opiniones desfavorables.

Los más populares entre los republicanos de Iowa son Ben Carson (69%/10%), Marco Rubio (66%/15%), Mike Huckabee (64%/20%) y Scott Walker (63%/17%).

4 comentarios:

  1. Esto recuerda de modo preocupante a 2012: hay un montón de candidatos conservadores peleando por ser la primera opción que van obteniendo la atención sucesivamente. Entonces fueron Perry, Herman Cain, Santorum, Gingrich... Ahora son Carson, Walker, Trump, quién sabe si Fiorina... Mientras tanto, los moderados están bastante cohesionados en torno a Bush, aunque si sigue con sus meteduras de pata puede que Kasich empiece a comerle el terreno.

    No me extraña nada la subida de Carson, a mí me gustó muchísimo en el debate. Fue de largo el que mostró más sentido del humor. Estuvo elocuente sin pasarse de decibelios y dio un perfil mucho más serio que el del otro outsider, Trump.

    Lo que me extraña es que Marco Rubio sigue estancado, a pesar de que casi todos los medios lo han coronado como ganador del debate. No acaba de cuajar en Iowa, y sin hacer un buen papel allí lo va a tener bastante difícil para seguir en la carrera.

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  2. Sí, es como el 2011. Hay una tendencia entre una parte del electorado republicano (el más conservador y anti-sistema, que es una gran porción aunque no suficiente para ganar) que busca al candidato más anti-político hasta que no le queda más remedio que aceptar algo más normal. Es el electorado que en 2012 estuvo esperando hasta el último momento a ver si entraba Sarah Palin, y en gran medida es un electorado que se ha forjado de esa manera debido al mal trato que se le dio a Palin en 2008 por los medios de comunicaicón y a posteriori por las propias élites republicanas.

    Me pregunto cuánto tardarán en pedir al actor James Woods que se presente si leen su Twitter xD

    A mí Carson siempre me ha gustado, pero le perjudica no haberse presentado a gobernador de Maryland o algo antes. Con un cargo así después de su carrera médica sería un candidato potentísimo en unas presidenciales. Pero el tener cero experiencia en política o en el mundo de la gran empresa como Fiorina, hace que cuando toque votar de verdad los votantes seguramente piensen menos en él.

    El 'problema' de Marco Rubio es que gusta a casi todos pero como segunda opción, seguramente porque tiene un discurso más positivo que indignado. Necesita que otros caigan para que finalmente se fijen más en él. De momento, no le va mal estar así, porque en esa dinámica que te recuerda a 2012 todos los que sobresalen demasiado en las encuestas terminan sufriendo un desgaste y la gente pasa al siguiente. Ahora Fiorina parece la nueva, la que viene, porque hasta ahora no se habían fijado en ella (y puede que Kasich también en NH).

    Es mejor ser el nuevo en noviembre, diciembre, enero. Así que Rubio está bien posicionado mientras mantenga la aceptación y la popularidad. La duda está en saber si será capaz de despegarse en el momento oportuno, y seguramente eso depednerá no solo de él sino también de lo que pase con otros (sobre todo Bush y Walker). Bush vovlerá a ser centro de las críticas de los demás tarde o temprano.

    Y ojo a Ted Cruz, que está haciendo algo parecido a Rubio, también mucho dinero, pensando en dispararse en el momento oportuno. Y éste tiene mucha indignación aparte de mucha energía y a la larga, cuando llegue la hora de la verdad, podría atraer a la gente que ahora apoya como vehículos para protestar a los no-políticos como Trump o Carson.

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  3. Es cierto lo que dices. Hay una gran volatilidad: en un día puedes ganar diez puntos, como ha hecho Fiorina, o perderlos. Ahora mismo no sirve de mucho ir en cabeza.

    Yo creo que Carson es un fenómeno muy distinto a Trump. No es político, pero tampoco es un chalado. Expresa su indignación de forma tranquila y convincente y tiene una historia personal con mucho gancho, no me extrañaría que se consolidase como una opción seria, aunque todavía le queda mucho para llegar a eso.

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  4. Esa volatilidad se debe a que la mayoría de votantes cuando responde en esas encuestas que votaría a X candidato su compromiso con ese candidato no es firme y se debe en gran medida a qué es lo que está pegando más fuerte en cada momento. Todos tienen todavía varios candidatos que les gustan.

    El tono positivo de Carson que dices puede ayudarle. Se puede decir lo mismo de Rubio o de Walker. Candidatos que están compitiendo más a la derecha que el establishment pero con un mensaje optimista, esperando qeu tarde o temprano eso dé sus frutos.

    Recordemos por ejemplo las primarias demócratas de 2004. Tenemos varios candidatos que están más o menos en el establishment (los Kerry, Graham, Lieberman, Gephardt, Clark), los candidatos magrinales (Al Sharpton, Dennis Kucinich, Mosley Braun), y un par de candidatos con currículums y trayectoría seria pero que están compitiendo más a la izquierda que el establishment (Howard Dean y John Edwards). Dean es el que con su enfado e indignación no disimulada capta rápidamente la atención de las bases demócratas y encabeza las encuestas a partir de evrano de 2003; en cambio Edwards tiene un discurso igualmente progresista pero sin la indignación, con un mensaje positivo y optimista. Al final vimos lo que pasó. Dean cayó antes de llegar a Iowa, dodne terminó quedando tercer. Y Edwards, que durante la mayor parte de la campaña había sido mucho menos perceptible, en cuarta o quinta posición en las encuestas, temrinó obteniendo un sorpresivo segundo puetso en Iowa, y si la campaña hubiera duraod unas semanas podría haber llegado a ganar la nominación.

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