miércoles, 12 de agosto de 2015

Un consultor demócrata dice: hay 5 republicanos que pueden ganar la nominación, y John Kasich es uno de los que más miedo nos da


"Hay solo cinco candidatos con una ruta verosímil para hacerse con la nominación republicana: dos senadores titulares (Marco Rubio y Ted Cruz), dos gobernadores titulares (Scott Walker y John Kasich), y un ex gobernador (Jeb Bush). Representan una elección entre personas muy diferentes, pero también - y más fundamentalmente - entre estrategias en conflicto sobre el futuro del Partido Republicano," escribe el ex asesor de la Casa Blanca de Bill Clinton y de las campañas presidenciales de Al Gore y Walter Mondale, Bill Galston, en The Wall Street Journal.

Galston describe el papel de cada uno de los cinco: "Ted Cruz se presenta como el Mister Conservador del Tea Party - agresivamente anti-gobierno excepto en la defensa nacional, apelando explícitamente a los cristianos conservadores sociales. John Kasich es el conservador compasivo de esta generación, quien cita su fe como justificación para expandir el Medicaid y extender un "amor incondicional" a los gays y las lesbianas. Scott Walker es el conservador guerrero que enciende las esperanzas de sus partidarios en que meterá caña a los liberales en Washington, como hizo con los sindicatos del sector público en Wisconsin.

"Aunque puede que Jeb Bush haya sido muy conservador según los estándares de los años noventa, hoy es la voz del establishment moderado-conservador que se siente más cómodo hablando de crecimiento económico y oportunidades, y sobre la educación y la inmigración como medios para ello. Y Marco Rubio se presenta como el futuro del conservadurismo - con una perfecta combinación de mensaje y mensajero."

"En el plano personal," continúa Galston, "Kasich da la impresión de ser caliente, apasionado, casi agitado. Rubio también es caliente - genial, acogedor, un orador claro y fluido con más autocontrol que el gobernador de Ohio. Walker es competente pero no parece tan convincente como su historial, o lo suficientemente grande para el alto cargo que persigue. Bush es trabajador, docto en los asuntos pero sin la habilidad para presentar sus posiciones de forma concisa. Cruz sabe qué es lo que quiere decir, tanto es así que a veces suena demasiado forzado, con una indignación crónica apenas reprimida."

Después de un pequeño análisis de varios factores, incluida la elección estratégica que deben hacer los republicanos entre concentrarse en ampliar su alcance electoral o en movilizar al máximo a las bases, o encontrar un equilibrio que funcione, Galston concluye: "Desde un punto de vista demócrata, un ticket republicano moderado-conservador que represente a los dos estados indecisos más grandes [Florida y Ohio] sería motivo de preocupación. De hecho, Bush-Kasich daría miedo, y Kasich-Rubio todavía más."

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