sábado, 30 de enero de 2016

Hillary y Bernie rivalizaron en Davenport, Iowa

Hillary Clinton (D) contó con la ayuda de su marido, el Presidente de EEUU número 42, en un mitin masivo de viernes noche en Davenport, el porche delantero de Iowa.


El condado de Scott al que pertenece Davenport, el tercer condado más populoso de Iowa, aportó 14,200 votos en el caucus demócrata de 2008, y Barack Obama se lo llevó por 19 puntos. Anoche Clinton movilizó a más gente que Bernie Sanders unas calles más abajo. Unas 1,500 personas acudieron a verla en el Col Ballroom de la Calle 4 de esa ciudad liberal del Este de Iowa construida alrededor del río Mississippi. Una buena señal para la ex secretaria de Estado.


"Ella nació de un padre republicano conservador y de una madre demócrata liberal. Gracias a Dios para el resto de nosotros, ella abrazó las ideas políticas de su madre y nunca se dio por vencida por la terquedad de su padre," bromeó Bill Clinton mientras presentaba a su mujer.


Hillary rindió un
pequeño homenaje a su marido, ese Presidente simpático y práctico que quedó algo eclipsado entre dos Bushes, dos guerras y el primer Presidente negro, recordando los resultados económicos de los años noventa. "23 millones de nuevos empleos, y los sueldos subieron para todos, no solo para los de arriba," dijo. "Clase media, clase trabajadora... se sacó de la pobreza a más gente que en ningún momento en la historia reciente. Y terminamos con un presupuesto equilibrado y un superávit."


Ajena al ruido en torno a sus emails, la candidata repasó lo que tiene planeado hacer si es elegida Presidenta. Dijo que quiere
mejorar la ley sanitaria de 2010, abordar el cambio climático con energía renovable y conseguir la equidad salarial para las mujeres.


"Si trabajas en un empleo y haces lo que se supone que tienes que hacer, te van a pagar de forma equitativa. Ese es un valor americano. Vamos a hacer cumplir ese valor," dijo.




Bernie Sanders (D) reunió a unas 1,000 personas en el Danceland Ballroom, también en la Calle 4 de Davenport. Hay que decir, no obstante, que el recinto era más pequeño que el del mitin de Clinton y no daba más de sí.


El senador por Vermont no tuvo a un ex Presidente para hacer las presentaciones; tuvo al profesor y activista afroamericano
Cornell West, que tampoco es un mal animador.


Sanders reiteró su postura a favor de
universalizar la sanidad, reformar la financiación de las campañas electorales, asegurar que haya una mayor diversidad racial en los departamentos de policía, hacer frente a Wall Street y subir el salario mínimo.


"Cuando a los trabajadores de las cadenas de comida rápida y otros que dicen que no ganaban más de ocho o nueve dólares por la hora trabajada les subieron el salario mínimo a 15 dólares la hora; eso es exactamente lo que deberíamos hacer," dijo.


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