domingo, 14 de febrero de 2016

Fue una buena noche para los dos miamenses

The New York Times recopila las opiniones de varios observadores sobre el noveno debate republicano:


"Jeb Bush tuvo su mejor y más relajado debate. Consiguió irritar a Donald Trump, reduciendo a Trump a culpar a George W. Bush por el 11-S." - Jennifer Rubin, bloguera de The Washington Post


"Después del tropezón de la semana pasada, Marco Rubio probablemente necesitaba hacer el debate de su vida esta semana. Y lo consiguió." - Stephen Hayes, columnista de The Weekly Standard


"Jeb Bush se está sosteniendo esta noche. Puede que mañana aparezca vestido con una chaqueta de cuero." - Marc Lamont Hill, profesor de la Morehouse College


"Los favoritos Donald Trump y Ted Cruz tuvieron de lejos el peor debate. John Kasich y Marco Rubio ejecutaron sus planes." - Hugh Hewitt, locutor de radio


"Cuanto más vemos a Donald Trump, más evidente se vuelve por qué tiene que hacer donaciones para conseguir que la gente vaya a sus bodas." - Stuart Stevens, estratega electoral de Mitt Romney en 2012


"Trump es una zona de desastre. Está gritando, aullando... Puede que no importe." - Ben Shapiro, editor de Breitbart.com


"Kasich, la cosa del tío agradable que conecta con el otro lado simplemente no funcionará en la primera primaria republicana del Sur." - Marc Caputo, reportero de POLITICO


"Los que piensen que este debate acabará con Trump puede que se sorprendan cuando descubran lo impopulares que son las políticas doméstica y exterior de la era Bush." - Laura Ingraham, locutora de radio


"En serio, esto es de locos. El GOP se está autodestruyendo esta noche, y no tienen que culpar a nadie más que a sí mismos." - Frank Luntz, encuestador republicano


Chris Cillizza, The Fix, sitúa como
ganadores del debate a Marco Rubio y Jeb Bush. Casi todos los analistas coinciden en el diagnóstico.


Sobre Marco: "Después de un debate desastroso hace una semana, el senador por Florida demostró que su repetición robótica fue una excepción, no la regla. Sus respuestas a preguntas potencialmente problemáticas como la desgravación por hijo y la pobreza fueron razonadas, matizadas y convincentes. Consiguió emerger como el mejor defensor del historial de seguridad nacional de George W. Bush en una pelea con Donald Trump a pesar del hecho de que Jeb Bush también estaba en el escenario. Rubio también hizo frente con eficacia a Ted Cruz en inmigración, pintando a Cruz como un veleta y alguien dispuesto a decir cualquier cosa para ser elegido. ¿Habla Rubio todavía un poco rápido y suena un poco ensayado? Sí. Pero claramente se hizo un favor a sí mismo de cara a las primarias de Carolina del Sur del próximo sábado."


Sobre Jeb: "Bush, hay que reconocérselo, ha mejorado significativamente como polemista a lo largo de esta carrera. El sábado por la noche le vi mejor que nunca - enfrentándose a Trump una y otra vez y, en gran parte, ganando esos intercambios. Lo más fascinante es que, al menos el sábado por la noche, Bush fue capaz de molestar a Trump; hubo muchos intercambios, en especial sobre el periodo de su hermano como Presidente, en los que Trump pareció perder el control mientras que Bush se mantuvo calmado y perseveró. Sus habituales referencias a su madre me parecieron un poco exageradas pero entiendo que Barbara Bush - y todo el clan Bush - es bastante popular en el estado de las palmeras de hélice. Un problema para Bush: si necesita derrotar a Rubio para seguir en esta carrera, no estoy seguro de que lo de la noche del sábado le sirva en esa causa."


Cillizza señala a Trump como perdedor: "La parte positiva es que todo el debate giró alrededor de Trump de un modo que los anteriores debates no lo hicieron. La parte negativa es que Trump pareció algo descontrolado y enfadado en la mayor parte del debate. Fue al grano sobre el legado de George W. Bush pero el énfasis repetido en cómo el ex Presidente dejó que ocurrieran los ataques del 11 de septiembre de 2001 bajo su supervisión fue excesivo. Trump, que a menudo da la impresión de ser duro pero campechano, dio la impresión el sábado por la noche de ser completamente grosero en varios diálogos con Bush y Cruz. Los seguidores más acérrimos de Trump nunca lo abandonarán - no importa lo bien o mal que lo haga en un debate. Y sus seguidores más acérrimos podrían ser suficientes para garantizarle la victoria dentro de una semana en Carolina del Sur. Pero eso no significa que Trump estuviera bien el sábado por la noche. No lo estuvo."


Trump, con Melania a su lado, insistió en la zona mixta tras el debate: Cruz y Jeb son unos mentirosos.


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