viernes, 5 de febrero de 2016

Los demócratas riñen sobre Wall Street, política exterior y progresismo en el debate de New Hampshire


Hillary y Bernie. (Foto: AP)

En el primer debate sin Martin O'Malley, Hillary Clinton y Bernie Sanders dieron continuidad a su competición por ver quién de los dos tiene las mejores credenciales para representar al Partido Demócrata.


"Yo no hago promesas que no puedo mantener," dijo Clinton, agresiva toda la noche. Un progresista verdadero es "aquel que puede hacer el progreso."


Sanders sería incapaz de aguantar "las devastadoras arremetidas" que recibiría de los republicanos en las elecciones generales, dijo Clinton cuando le tocó defender que ella es una mejor candidata para
representar a los demócratas en noviembre. "Yo ya he sido investigada. Difícilmente hay algo que no sepáis de mí."


"Si hay una alta participación, no solo mantendremos la Casa Blanca, sino que creo que recuperaremos el Senado y ganaremos cargos de gobernador más adelante," dijo Sanders. Y para eso se requiere un electorado entusiasmado. Y la candidatura que genera entusiasmo entre los votantes demócratas es la suya, defendió el senador por Vermont.


"Los millonarios controlan el proceso político en este país" entregando dinero a las campañas electorales de políticos como Hillary Clinton, insistió Sanders anoche. "El modelo de negocio de Wall Street es un fraude."


Clinton le acusó de haber roto su promesa de no recurrir a una campaña negativa contra ella, "una taimada campaña de desprestigio."


"Una y otra vez, mediante insinuaciones, está proponiendo este ataque, que es esencialmente que cualquiera que ha recibido donaciones u honorarios por dar discursos por parte de cualquier grupo de interés tiene que estar comprado," se quejó Clinton. "Rechazo totalmente eso, senador. Y no creo que ese tipo de ataques por insinuación sean dignos de usted. Ya basta. Si tiene algo que decir, dígalo directamente."


Sanders siguió denunciando la manipulación del sistema: "Hay una razón por la que esa gente pone grandes cantidades de dinero en nuestro sistema. Y en mi opinión, es el debilitamiento de la democracia americana."


En el tramo sobre la política exterior, Clinton trató de desacreditar a Sanders por haber dicho que los iraníes y los saudíes pueden colaborar conjuntamente en Siria, y otros comentarios que han recibido las críticas de los expertos.


"Cuando los votantes de New Hampshire vayáis el martes a emitir vuestro voto, estáis votando tanto a un Presidente como a un comandante en jefe," recordó Clinton a los votantes. "Y no hay manera de predecir lo que puede llegar a la puerta de la Casa Blanca desde el primer día y que puede suponer una amenaza para los Estados Unidos o alguno de nuestros amigos y aliados, y yo creo que esa es una parte importante de la entrevista de trabajo que los votantes nos están haciendo aquí."


"La experiencia no es lo único que importa; el buen juicio lo es," le respondió Sanders donde más duele. "Y una vez más, en 2002, cuando los dos miramos a las mismas evidencias para enjuiciar la guerra de Iraq, uno de nosotros votó lo correcto, y uno de nosotros no lo hizo."


La tercera disputa giró en torno a quién de los dos está más cerca del movimiento progresista.


"Realmente hace que me pregunte quién queda en el ala progresista del Partido Demócrata," dijo Clinton. "Según su definición, el Presidente Obama no es progresista porque recibió donaciones de Wall Street."


El Vicepresidente Joe Biden no sería progresista porque apoyó el oleoducto Keystone XL, y el difunto Paul Wellstone, el populista de la pradera de Minnesota, tampoco lo sería porque votó a favor del Acta de Defensa del Matrimonio. Ni siquiera el propio Sanders sería progresista, añadió Clinton, porque "no creo que fuese especialmente progresista votar en contra el proyecto de la Ley Brady cinco veces. No creo que fuese progresista votar a favor de dar inmunidad a los fabricantes y vendedores de armas. No creo que fuese progresista votar en contra de la reforma migratoria de Ted Kennedy."


Sanders recordó las propias palabras de Clinton, quien en el pasado se autoproclamó moderada. "No hay nada malo en ser una moderada," dijo el senador, pero no se puede ser moderada y progresista al mismo tiempo.


El combate continuará en los próximos cuatro días en cada rincón de New Hampshire.


Vídeo: debate completo


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