miércoles, 17 de febrero de 2016

Presidenciables en campaña en Carolina del Sur

Manifestantes desalojados, endorsements y muchas citas jugosas marcaron el mitin de Donald Trump (R) en North Augusta, junto al río Savannah que separa Carolina del Sur de Georgia.


El constructor de rascacielos, hoteles y casinos recordó su victoria en New Hampshire, de la que ayer se cumplió una semana, y declaró que piensa repetir en Carolina del Sur dentro de tres días.


"Ganamos en todas las categorías. Ganamos entre los ricos, ganamos entre los pobres, ganamos entre los medianos, ganamos entre los gordos, ganamos entre los flacos, lo ganamos todo," dijo.


Prometió
un ejército más fuerte para que nadie se meta con EEUU ("Soy la persona más militarista que hay, creedme."), un muro en la frontera con México y la recuperación de empleos manufactureros. "Veis que nuestros negocios se trasladan a México. Veis que otras personas se trasladan a México. México se va a convertir en la siguiente China a otro nivel," dijo el empresario convertido en candidato presidencial.


Chris Corley, un joven legislador estatal, apoyó a Trump porque cree que va a ser "una figura transformadora para el Partido Republicano." También habló Betsy Sharp, la hija de una mujer cuya granja fue salvada gracias a la ayuda de Trump. Y el candidato invitó a subir al escenario a un oficial del condado de Richmond y veterano de la guerra de Iraq que ayudó a echar fuera del recinto a un manifestante.




Ante 1,000 fervientes seguidores en el Civic Center de Anderson, Ted Cruz (R) advirtió que la elección de un Presidente demócrata en 2016 suponfría sentar a un liberal más en el Tribunal Supremo. Si eso ocurre, dijo el senador por Texas, "el gobierno podría ilegalizar la posesión de un arma."


"Cada juez que yo ponga en el tribunal será un constitucionalista recto," prometió Cruz, que es el primer hispano que sirvió como pasante para un juez del Supremo.


Si es elegido Presidente, prometió Cruz, en su
primer día en el cargo derogará todas las órdenes ejecutivas de Obama, eliminará los fondos federales a Planned Parenthood, detendrá la persecución de la libertad religiosa iniciada por la administración Obama, invalidará el acuerdo nuclear con Irán y trasladará la embajada de EEUU en Israel a Jerusalén.




Marco Rubio (R) recibió ayer los endorsements de los alcaldes de Myrtle Beach y North Myrtle Beach, John Rhodes y Marilyn Hatley, respectivamente. El senador por Florida está encontrando mucho apoyo entre los regidores de ciudadades medianas de Carolina del Sur: hace unos días ya recibió el respaldo del los alcaldes de Greenville, Easley y Aiken, entre otras ciudades.


Ante más de medio millar de personas en el Barefoot Resort Conference Center de North Myrtle Beach, Rubio se presentó como
un conservador que quiere reconstruir el ejército, reinstaurar el gobierno limitado y cambiar el sistema sanitario. Y, al igual que sus rivales republicanos, advirtió de la importancia de quién reemplace a Antonin Scalia en el Tribunal Supremo. "Hay que evitar que haya cinco o seis jueces en el Tribunal Supremo que dictaminen que la Constitución es un documento flexible," dijo.


"Estas elecciones tienen que ser sobre hacer la diferencia," dijo.




En Summerville, Rubio repitió que no hay ningún candidato en la carrera presidencial republicana de este año que tenga su experiencia en los asuntos de política exterior. El senador celebró un mitin al aire libre en mangas de camisa en pleno mes de febrero en este suburbio de Charleston. ¡Y es que Carolina del Sur no es Iowa ni New Hampshire!




Bernie Sanders (D) estuvo ayer en Carolina del Sur, que en el lado demócrata no vota hasta el 27 de febrero. El senador por Vermont tiene una semana y media para cambiar las tornas en un estado que hasta el momento se ha mostrado muy favorable a Hillary Clinton.


Cientos de personas aplaudieron al candidato demócrata insurgente en
Charleston cuando reiteró que su respuesta a los súper PACs y al dinero de Wall Street es un NO. El cambio verdadero solo llegará si los estadounidenses corrientes se implican en gran número en el proceso democrático, dijo Sanders.




Mientras hacía campaña en Carolina del Sur, Sanders se llevó uno de sus habituales sustos cuando escuchó un extraño sonido que parecía un disparo. El candidato demócrata socialista vive constantemente con ese temor de: 'Ya están aquí, ya vienen a matarme.'




Por la noche, Sanders hizo un mitin en la Morehouse College de Atlanta, en el vecino estado de Georgia. Allí estudió Martin Luther King y sigue siendo una universidad mayoritariamente negra. Sanders fue allí pensando tanto en la primaria de Georgia del 1 de marzo como en la primaria de Carolina del Sur, porque en ambos estados el resultado dependerá de los avances que consiga hacer con el electorado afroamericano.


Los alumnos de Morehouse recibieron al veterano político blanco con un baile.




"Deberíamos estar invirtiendo en educación y empleo para la gente joven, no en cárceles," dijo Sanders ante 4,500 seguidores.


"¿Sabéis en qué estoy pensando? ¡En que vamos a hacerlo aquí mismo!," dijo, pronosticando una victoria en Georgia.


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