domingo, 14 de febrero de 2016

Trump, sin control en un debate en el que solo faltaron tartazos entre los candidatos

Los seis candidatos antes del debate. (Foto: Erik S. Lesser)

La noticia de la muerte del Juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia marcó el primer cuarto de hora del debate republicano en Carolina del Sur. Después de unos segundos de silencio en su memoria, los candidatos se pronunciaron sobre la batalla política que se avecina para cubrir su vacante.


Donald Trump dijo que ha sido un tremendo golpe para los conservadores. Trump fue el más sincero, haciendo un llamamiento claro a los republicanos del Senado a "demorar, demorar, demorar" la nominación de un nuevo juez hasta que se conozca al sucesor de Obama.


Ted Cruz, que en su juventud trabajó como secretario del anterior presidente del Tribunal Supremo, William Rehnquist, prometió liderar la resistencia frente a cualquier nominado de Obama. "Estamos a un solo juez de distancia de que el Tribunal Supremo anule cualquier restricción sobre el aborto. Estamos a un solo juez de distancia de que el Tribunal Supremo socave la libertad religiosa de millones de americanos."


Marco Rubio dijo que Scalia "pasará a la historia como uno de los mejores jueces de esta república," y elogió su defensa del "significado original de la Constitución." El senador por Florida opina que el sucesor de Scalia debe compartir la filosofía conservadora de éste.


Jeb Bush reconoció a Obama el derecho de nominar a un nuevo juez, porque es el poder constitucional del Presidente, pero añadió que está seguro de que no nominará a nadie capaz de generar el consenso de los dos partidos.


El luto por la muerte de Scalia dio paso al debate más divertido de la temporada, con
un Trump fuera de control, interrumpiendo a diestro y siniestro, con una fijación especial por Bush, que éste supo aprovechar para destacar mucho más que otras veces.


"Jeb está muy equivocado," dijo El Donald provocando los abucheos de un público hostil. Los que le abuchearon eran "los intereses especiales de Jeb. Solo digo la verdad, lobistas." Él solo tenía a su mujer y a su hijo entre el público, porque él se autofinancia.


Anticipándose a la próxima visita de
George W. Bush a Carolina del Sur para ayudar a su hermano, Trump optó por atacar de frente el legado político de la familia Bush. La guerra de Iraq fue "un error grande y gordo," dijo. Al propio Jeb le llevó cinco días aclarar su posición al respecto el año pasado "hasta que su gente le dijo lo que tenía que decir."


"George Bush cometió un error. Podemos cometer errores, pero ese fue uno bueno. Mintieron. Dijeron que había armas de destrucción masiva. Y sabían que no las había," dijo Trump esgrimiendo un argumento normalmente utilizado por los demócratas.


Jeb dijo que le daba igual que Trump le atacara, pero "me asquea y me cansa que vaya contra mi familia. Mi padre es el hombre vivo más grande, en mi opinión."


Bush añadió: "Cuando Donald Trump estaba haciendo un 'reality show' en la televisión, mi hermano estaba construyendo un aparato de seguridad para protegernos. Y estoy orgulloso de lo que hizo."


"El World Trade Center cayó durante el mandato de George Bush. ¿Nos protegió?," protestó Trump. "Yo perdí a cientos de amigos."


Jeb: "Esto lo dice un hombre que coge su política exterior de los programas de televisión."


El Senador Rubio intervino en la discusión: "Doy gracias a Dios de que el 11-S estuviera George W. Bush en la Casa Blanca, y no Al Gore... el 11-S ocurrió porque Bill Clinton no mató a Osama Bin Laden cuando pudo hacerlo."


El Donald provocó otro enfrentamiento con Jeb sobre inmigración.


"La persona más débil en inmigración en este escenario es Jeb Bush," dijo el empresario visiblemente molesto con el ex gobernador de Florida.


"Lo que es débil es menospreciar a las mujeres. Lo que es débil es denigrar a los discapacitados," se defendió Bush.


"Hace dos días dijo que se bajaría los pantalones y les haría un calvo a todos" con tal de atraer algo más de atención de los medios, dijo Trump. En efecto, Bush declaró eso durante la campaña en New Hampshire.


Constantemente, Trump acusó a Bush de haber gastado "dinero de los intereses especiales" en New Hampshire. ¡Decenas de millones! "Esto no va a hacer que nuestro país sea grande otra vez."


El Donald también tuvo una intensa refriega con Cruz.


"La flexibilidad es algo bueno. Pero no deberías ser flexible en los asuntos centrales," le dijo Cruz a Trump recordándole su apoyo en el pasado a Planned Parenthood.


"Eres el mayor mentiroso individual," le respondió Trump. "Probablemente eres un mentiroso más grande que Jeb Bush."


"Este tío dirá cualquier cosa. Es un tío repugnante," siguió Trump sin freno.


"Daros cuenta," dijo Cruz al público, "Donald no ha discrepado en lo sustancial con que apoya la financiación pública de 'Planned Parenthood.'"


"¿Dónde la he apoyado, Ted?," le interrumpió Trump. "Hacen cosas maravillosas, pero no con el aborto."


Como siempre ocurre con Trump, los expertos dirán que su desatinada actuación en el debate lo aboca al fracaso el próximo sábado en las urnas y sus incondicionales dirán que dominó el escenario y fue el único que tuvo el valor de desafiar lo establecido en un debate republicano (¡dijo que Planned Parenthood hace algunas cosas maravillosas y llamó mentiroso al último Presidente republicano!). Veremos.


Otro de los momentos más destacados del show fue la discusión bilingüe entre Cruz y Rubio, los dos hijos de cubanos.


Cruz abrió el fuego asociando al senador por Florida con el "plan de amnistía" del Grupo de los Ocho. El comentario provocó los abucheos del público, ante lo que Cruz, al más puro estilo trumpiano, dijo que la amnistía es "aparentemente apoyada por los donantes."


"Marco fue a Univision y dijo en español que no anularía la amnistía ejecutiva ilegal del Presidente Obama en su primer día en el cargo," dijo Cruz.


"No sé cómo sabe lo que dije en Univision porque no sabe hablar español," se burló Rubio.


Cruz le retó a debatir en español. "Ahora mismo, díselo ahora en español si quieres," dijo el senador texano en castellano.


Rubio dijo en inglés: "Ted Cruz ha estado diciendo mentiras. Esta es la verdad: Ted Cruz apoyó legalizar a las personas que estaban en este país ilegalmente y solo ahora dice que no lo apoya. O no decía la verdad entonces o no dice la verdad ahora."


Rubio se llevó el intercambio. Aunque tuvo algo menos de tiempo que otras veces, el senador por Florida estuvo en su mejor versión toda la noche, destacando en el planteamiento de su plan de impuestos, poniendo el foco en la importancia de la familia y la economía de la gente trabajadora. "No puede haber un país fuerte sin una familia fuerte."


Kasich insistió en interpretar el papel del político maduro más interesado en hablar de los asuntos que importan a la gente que en reñir con los otros candidatos. "Nos las estamos arreglando para perder las elecciones frente a Hillary Clinton si no paramos esto," dijo tras contemplar un agitado litigio entre dos de sus rivales.


El gobernador de Ohio tuvo su propio intercambio de opiniones con Bush, en el que tuvo que defender su decisión de ampliar el Medicaid en Ohio; lo hizo asegurando que sirvió para ahorrar dinero a los contribuyentes.


El nombre de Ben Carson fue utilizado a menudo por terceros para atacar a Cruz, pero el doctor pasó desapercibido. Cada vez que llegaba su turno, los espectadores aprovechaban para comentar las intervenciones de los otros candidatos.


Vídeo: debate completo


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