sábado, 13 de agosto de 2016

El caso de los robos de carteles de Easton


El cartel de Hillary desaparecido en Easton.

El Easton Courier nos informa de uno de los acontecimientos de mayor impacto vividos en los últimos tiempos en Easton, un pueblo de unos 7,000 habitantes de Connecticut.


Terri Jennings colocó un cartel de Hillary Clinton delante de su casa del barrio Rock House Road, junto a la carretera, el día después del discurso de aceptación de la ex secretaria de Estado en la convención demócrata.


"Nunca antes había puesto carteles, pero esta vez lo hice"
porque era la primera vez que una mujer era nominada por uno de los dos grandes partidos, dice Jennings. "Lo puse para celebrarlo."


Pero la celebración duró poco. Unos días después, cuando el hijo de Jennings, Austin, llegó a casa por la noche, comprobó que
el cartel de Hillary había desaparecido y había sido sustituido por un cartel de Donald Trump.


"Austin llegó a casa y vio que el cartel había sido cambiado," relata la madre.


El disgusto fue enorme en la familia. A la mañana siguiente, la señora Jennings denunció el robo en la central de policía de Easton, valorando el objeto robado en 30 dólares. Simultáneamente, la policía de Easton recibió otra denuncia de un residente del barrio Maple Road al que le habían hurtado su cartel de Trump. La conclusión lógica a la que llegó la policía es que algún gracioso robó el cartel de Trump y decidió plantarlo delante de la casa de la fan de Hillary.


Se informó de
un tercer robo en Huckleberry Hill, en la vecina Brookfield, donde a un apasionado fan de Trump le desapareció un cartel de plástico blando con el lema "Hillary a Prisión." Para que no le vuelva a ocurrir lo mismo, este residente de Brookfield ha optado esta vez por poner "un cartel indestructible" encima de un árbol.

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